lunes, 4 de agosto de 2008

Factores que nos ponen en riesgo o que nos protegen de las adicciones

Lic. en Psicologìa Laura Buschiazzo

Lic. en Enfermerìa Gabriel Chalà

Comencemos por comprender...

¿Qué es un factor de riesgo? ... y ¿qué es un factor de protección?

Un factor de riesgo, es una situación que aumenta las posibilidades de que un determinado fenómeno se produzca o que un problema aparezca.

Un factor de protección, es aquella situación que disminuye las posibilidades de que ese fenómeno o ese problema aparezca.

¿Cómo me doy cuenta de que algo es un factor de riesgo o de protección?

Por ejemplo, si tengo una planta de tomate y no la riego, se seca, entonces diríamos que no regar la planta nos genera un problema, pone a la planta en riesgo de secarse. En este caso, regarla sería un factor de protección. A su vez si la regáramos mucho, podríamos pudrirle la raíz. Esto significa que el exceso en algunos factores de protección, también puede convertirse en un factor de riesgo.

Pensemos algo más... si a la planta de tomate que regamos no la ponemos al sol, es probable que no crezca. Esto quiere decir que no alcanza con cuidar sólo un factor de protección. De la misma forma el tomate que tenemos al sol, aún no siendo regado, quizás reciba el agua de lluvia o la humedad de algún terreno cercano y crezca de todas formas. Esto nos indica que tampoco alcanza con que exista un factor de riesgo puesto en juego.

Entonces... es importante observar que los factores de riesgo y protección interactúan.

¿Cómo se relaciona esto con las adicciones?

Partimos de la base de que el fenómeno de las adicciones, como muchos de los fenómenos sociales y humanos, son fenómenos complejos y multicausales. Esto significa que se necesita la interacción de más de un factor de riesgo para que ese fenómeno de las adicciones aparezca. O que interactúen más de un factor de protección para que este fenómeno o problema no se presente.

Didácticamente, podemos clasificar los factores de riesgo y de protección de las adicciones, como derivados de: la persona, el medio y del objeto de consumo.

¿Cuáles son los factores de riesgo y de protección derivados de la persona?

Factores biológicos – genéticos

Factores psicológicos – coexistencia con otras enfermedades o problemas psicológicos como por ejemplo, depresiones.

¿Cuáles son los factores de riesgo y de protección derivados del medio?

De la familia – tipo de comunicación, establecimiento de límites y respeto por las reglas familiares, conductas y hábitos de consumo, integración familiar, etc.

Grupo de pares – amigos que consumen, falta de amigos, modos de recreación, etc.

Institucionales – Rigidez y/o violencia institucional, tipo de comunicación, desorganización, institución anárquica, autoritarismo, etc.

Sociales – falta de trabajo, pérdida de calidad de vida, etc.

¿Cuáles son los factores de riesgo y de protección derivados del objeto de consumo?

Accesibilidad – Costo, facilidad de acceso, etc.

Tipo de objeto – generadoras de adicción y niveles de adicción (drogas, tabaco alcohol, juego, internet, objetos, sexo, comida, etc.)

Frecuencia de contacto – excesiva exigencia laboral, propaganda en los medios de comunicación promocionando diferentes objetos “ideales” sin cuestionamiento, etc.

Guía didáctica para el abordaje de este tema

Para acercar este tema a niños y adolescentes, es importante darles la idea de que cuando estamos frente a situaciones como por ejemplo lo que nos pasa con otra persona, no se trata de cosas que se den por una sola causa. Siempre “juegan dos”, para amigarse, para pelearse. Un adicto no es una mala persona que consume. En un fenómeno hay más de un factor en juego interrelacionados. Y de algunos de ellos también nosotros somos responsables.

Puede utilizarse la herramienta de planificación para visualizar fácilmente cuáles son los factores que intervienen en una situación. Por ejemplo cruzar la calle. Se tratará de identificar cada paso y su resultado o consecuencia. Esto permite observar si se cruzará la calle de forma efectiva y cuidada. De la misma forma se pueden analizar e identificar los factores que intervienen en una situación de riesgo o de protección cualquiera sea el fenómeno tratado.

El sentido de comprender que existen muchos factores con distinta incidencia, hace también a la idea de la responsabilidad social e individual en relación a la propia vida y la de los otros. Esto es hablar de Derechos y de su interjuego con las obligaciones. También es hablar de la participación como una de las formas de ser responsables y que si bien somos diferentes y valorables en nuestra singularidad, también somos iguales en tanto sujetos de Derecho. Esto redunda en generar integración y no discriminación.

Nota:

El fenómeno de las adicciones puede pensarse desde la perspectiva geopolítica. Es decir, se trata de un fenómeno que se da entre la interrelación de los factores de riesgo que vimos y que a su vez se relacionan en un contexto histórico, político, social, cultural y territorial. Este contexto produce y reproduce formas de relacionarnos entre nosotros y con los objetos de consumo. Una de las formas de reproducir las situaciones que nos ponen en riesgo, son los medios de comunicación y también las relaciones de producción y tráfico que se generan en torno al comercio de sustancias y objetos. La moda de lo “permanentemente nuevo” está sujeta al mercado y por ello, genera la necesidad de consumir. Podemos protegernos a partir del pensamiento crítico y la participación activa en ese contexto, con lo cual generar y reproducir formas de prevención y de mejor calidad de vida. Una de las cosas por las que podemos comenzar es el ejercicio del derecho a la participación y la difusión de que las personas valen por lo que son y no por lo que tienen.

¿Cómo ayudar a un amigo que consume drogas o alcohol?

Lic. en Psicología Laura Buschiazzo

Lic. en Enfermería Gabriel Chalà


En primer lugar es importante decir que consumir drogas no es estrictamente hablando “ser adicto”. La adicción es como la parte superior de una escalera que puede comenzar por un consumo experiencial, es decir hacer la experiencia de probar sustancias por curiosidad o porque se dio, para conocer sus efectos. El segundo escalón, sería el que consume sustancias cuando “pintó” esto se llama consumo ocasional. El tercer escalón es aquél en el cual se consume “siempre que” o “creyendo que” por ejemplo: ir al baile, o para animarse. Es decir se atribuye un efecto mágico y la creencia de que es necesario para hacer tal o cual cosa. Este es el consumidor habitual. El último escalón es la adicción que como dijimos en el artículo 1 de esta serie, es entre otras cosas, la pérdida de capacidad de detenerse o de abstenerse de consumir y ocupar todo el tiempo en el consumo. Es importante destacar que a partir del segundo o tercer escalón, según la sustancia, es más factible que se continúe en rápido ascenso, por la gran capacidad adictiva de la mayoría de las que se consumen en nuestro país. Inclusive que el consumo habitual de alguna sustancia accione la puerta de entrada para el consumo de otras. Pensemos que es más fácil animarnos a “probar” cuando se está bajo los efectos del alcohol por ejemplo.

Pero... ¿Cómo nos damos cuenta de que un amigo consume drogas o alcohol?

En primer lugar quien consume en una experiencia o de forma ocasional, es probable que lo comente con su grupo abiertamente. Sin embargo quien consume de forma habitual o sea adicto no lo hace.

Entonces... demos algunas pistas acerca de los comportamientos que cambian en un amigo que consume drogas o alcohol. En esta ocasión no agregamos al tabaco debido a que muchos de estos cambios no se dan por su consumo.

En la apariencia física

- Pupilas dilatadas u ojos rojos

- Caminar “diferente” como cansado

- Más flaco (no tiene ganas de comer cosas que le gustaban)

En lo psíquico

- Falta de motivación para hacer las cosas que antes le gustaba hacer

- Adormilado (se duerme en clase)

- Confuso (pensamiento lento, no entiende)

- Excitable (se enoja o se ríe por cualquier cosa)

Con la familia

- Aislado (se encierra en su cuarto más que antes)

- Se irrita fácilmente

- No cuenta o miente o está misterioso de los lugares que frecuenta

- Desaparecen cosas o dinero de casa

Con el grupo de amigos

- Se aísla, ya no se incluye entre ellos dice que son “caretas” o diferentes

- No frecuenta los lugares que antes le gustaban

- No comparte la misma música, los diálogos y “códigos que compartía

¿Cómo podemos ayudarle?

Generalemente lo que nos pasa es que seguimos queriendo a nuestro amigo pero él, no se comporta como tal y por eso a veces nos enojamos o le reclamamos por estos cambios. Esto seguramente tiene que ver con la ansiedad que nos causa verlo cambiado. Entonces, en primer lugar es mejor que no nos pongamos ansiosos, sino es probable que discutamos.

Hay dos cosas que se recomiendan como importantes a tener en cuenta:

- Muchos de nosotros nos sentimos amigos de una persona, pero no todos somos indicados para acercarnos a ayudarle.

- No todas los momentos son propicios para hacerlo. Hay situaciones que pueden generar el efecto contrario. Por ejemplo, en presencia de otras personas, o cuando creemos que el amigo que consume está bajo los efectos de la sustancia. Recordemos que bajo los efectos de sustancias, las personas se encuentran más excitables, propensos a enojarse o “zafar” de la situación, o no están en condiciones de entendernos. Esto es importante porque aún queriendo ayudarle también hemos de cuidarnos. Cuidarse no sólo significa la posibilidad de una agresión física, sino también un insulto, o el desconcierto y la frustración que puede generarnos si nuestro amigo se ríe de lo que nosotros por afecto le decimos. Además hemos de pensar que si esto ocurre, habremos “ambos” perdido la oportunidad de comunicarnos y ayudarnos.

Veamos concretamente algunas pistas acerca de cómo acercarnos al amigo:

- Encontrar el momento adecuado. Es también cuando nosotros nos sentimos dispuestos y en condiciones. Por ejemplo, si en 5 minutos tenemos un escrito, no estamos en condiciones ni de tiempo ni de pensamiento, estamos ocupados en otra cosa.

- Quien ha decidido acercarse (porque no se trata de organizar una patota salvadora) ha de poder reflexionar previamente acerca de cuánto quiere a su amigo y qué le ha hecho quererle. Esto porque ha de poder rescatar las actividades que han compartido y que ahora no comparten. La idea es poder decirle aquello que verdaderamente le pertenece y no frases hechas.

- Acercarse a él sin reproches ni juicios ni discursos largos.

- Acercarse a él en primer lugar saludándole como siempre, para luego concretamente decirle que notamos que está cambiado y que extrañamos su presencia en el grupo. Por ejemplo, que fulano extraña sus chistes, que mengano extraña sus abrazos, que tenemos un libro nuevo para leer juntos y que quisiéramos reunirnos con él otra vez.

- Aceptar que no conteste o que parezca que no nos escucha, y si es así, decirle que si tiene algún problema, o le pasa algo, que puede contar con nosotros. Si no nos dice nada, o nos esquiva, o dice que verá si nos llama, aceptamos esto y nos vamos por ese día. Este tipo de acercamiento lo debemos repetir en varias oportunidades. En una de esas conversaciones, o en la primera, si nos dice algo más, entonces sí podemos acercarnos más físicamente con algún gesto de esos que hemos compartido y seguir hablando con él. Quizás sea este el momento en que decida contarnos lo que le pasa.

- Ahora que nos ha contado y si efectivamente consume drogas o alcohol, hemos de poder decirle que estas cosas no se solucionan solo. Sería bueno que le relatáramos alguna de las situaciones propias en las que nos pasaba algo. Mientras cargamos solos con el problema se hacía más pesado, pero cuando lo contamos y recibimos ayuda, pudo solucionarse y ya no pesó tanto. Es importante entonces, decirle que en estos casos, se requiere de confiar en algún adulto que pueda orientarle mejor.

Guía didáctica para el abordaje de este tema

Para hablar con los niños y adolescentes acerca de estos temas, es importante, además de poder decirles cómo ayudar a nuestros amigos, poder nosotros también como adultos dejar la omnipotencia. Contarles sinceramente que nosotros hemos tenido y tenemos problemas que no podemos solucionar solos. Reconocer que nos cuesta pedir ayuda pero que en muchas ocasiones es necesario. Es la mejor manera de cuidarnos. Hemos de poder no juzgarles, y reflexionar sobre ellos dialogando abiertamente. Reconocer que no por ser adultos padres, maestros o docentes tenemos que saberlo todo. Reconocer que también nos equivocamos.

Ayudar es también comenzar a abrirnos a la posibilidad de que tampoco una disciplina sola soluciona todo lo referente al consumo. Se hace imprescindible compartir los conocimientos y abandonar la chacra, reconocer que la red comunitaria es tarea de todos y es uno de los factores que nos protegen y que sostienen cuando necesitamos ayuda. Además ayudar es también dejarnos de prejuicios tan locos como para decir que psicólogos y psiquiatras son para locos. Ayudar es también no hacer discursos que luego no sostenemos con nuestras acciones.


Nota:


No confundamos al “buchón”, con el “delator”, con al que denuncia una situación porque es necesario ya que se pone en riesgo la vida de una persona. El buchón persigue un fin, degradar, competir. Su concepto es subjetivo ya que sigue una fidelidad en relación a sí mismo. El delator quiebra una alianza pre establecida, pero no siempre podemos utilizar esta palabra tan alegremente ya que no siempre sabemos cuál ha sido el motivo, o las condiciones en las que esto ha sucedido. Lamentablemente muchos delatores que perseguían fines propios (más parecidos al buchón) han quedado impunes. Quizás haya sido la impunidad la que nos haya confundido acerca de estas cosas. Además no nos ha permitido observar la serie de factores que intervienen y se relacionan frente a una situación. La impunidad es sorda y muda y por ello no nos ha permitido informarnos adecuadamente. Entonces, quien denuncia una situación es quien “habla” para “hacer” y no se oculta, tiene un fin que persigue la reparación, la ayuda. Distinto a lo que permanece impune. La denuncia habla y por ello no se alía al silencio. Curiosamente adicto significa: “lo no dicho”. Decir es comenzar a resistir a la impunidad, enunciar, dejar ver los fantasmas. Decir es emitir un mensaje que posibilita una acción. Esto permite construir en todos los sentidos.

Artes Marciales

Lic. en Psicología Laura Buschiazzo

Lic. en Enfermería Gabriel Chalà


Disciplinas válidas para la prevención de las adicciones

Nos parece importante contarles que lo que vamos a escribir forma parte de nuestra propia experiencia, no sólo como trabajadores de la salud sino como practicantes de estas Artes Marciales. Decimos esto porque existen otras disciplinas que también cumplen con lo que les vamos a describir, pero no nos sentimos del todo capacitados para hablarles de aquellas que no conocemos más que por alguna referencia teórica. Es por ello que haciendo honor a esa práctica les contamos que todo lo escrito es posible por nuestros compañeros de los Dojos y por nuestros Maestros: Sensei Amado Soria de Aikido e Instructores de Taekwon –do Álvaro Peña y Ricardo Di Stasio.

¿Por qué Artes Marciales?

Se llaman Marciales por Marte, el dios de la guerra. Actualmente designan actividades en las cuales su aspecto físico no es ya lo más importante. Las Artes Marciales adaptadas de un antiguo conjunto de técnicas, métodos y artes militares llamado Bujutsu constituyen artes cuyo fin es “vencerse a sí mismo”. Permiten desarrollarse tanto desde el punto de vista físico como mental. Lamentablemente algunas prácticas olvidan, por la búsqueda del desempeño deportivo la preparación psicológica, los hábitos y los comportamientos. Antiguamente eran propios de los guerreros samurais, hoy se pone el énfasis en el Budo, origen de todas las Artes Marciales. Esto refiere a métodos de combate cuya finalidad es permitir el acceso a un estado mental superior. La técnica se asocia de continuo con el espíritu del que obtiene su poderío y eficacia.

¿Por qué Aikido?

El Aikido es una adaptación moderna del Maestro Morihei Ueshiba de las técnicas de combate conocidas como Aikijutsu y que participan del principio del Aiki. Siendo Ai el principio de unión armoniosa que regula toda actividad física y mental que tiende a generar el Orden. Ai se trata de una condición para la integración armoniosa que supone la idea de recogimiento, de reunión, de concentración de todo lo que está disperso. Implica una visión integral del ser humano. Aiki es una manera de comportarse, de ser. Antes que el propio dominio del conocimiento instrumental y técnico, el practicante busca la unión del cuerpo con el corazón, del corazón con el Ki (aliento) y de este con la potencia vital.

¿Por qué Taekwon – do?

El Taekwon – do fue creado en 1955 por el general del ejército coreano Choi Hon Hi que toma elementos de artes marciales coreanas milenarias como por ejemplo el Tay Kion y el Kung Fu. Sus principios desde el punto de vista estructural están basados en la rotación, la traslación y la ondulación los que le dan a la disciplina plasticidad, movimiento acertado y utilización de la fuerza en el momento preciso. Taekwon – do significa: El camino de pelear con pies y manos y está basado en 24 formas simétricas que simulan luchas con oponentes imaginarios. Exige concentración y alta exigencia física sobretodo por el equilibrio que la persona debe realizar en cada movimiento.

Artes Marciales como estas (entre otras) aún siendo Artes “Marciales” acceden al rango de disciplinas integrales del comportamiento. Refieren al ser en su totalidad existencial y espiritual. Implican coordinación y armonía otorgando al hombre la facultad de mantener constante el equilibrio entre su personalidad integrada y la realidad socio – natural que le rodea. En ambas, se comparte la palabra y la filosofía que se simboliza en Do que es la vía que conduce a través de una actividad cualquiera a un estado mental superior y por ello asigna a esa actividad un fin educativo. Implican “lo espiritual” en su acepción filosófica o religiosa. Una manera de encarar las cosas, de motivar y orientar la conducta en esa actividad. Esta orientación se realiza basada en un conjunto de reglas específicas que han de ser respetadas dentro del Dojo. Este término Budista designa el lugar de práctica que es un local retirado destinado a la meditación o a la práctica de ejercicios espirituales.

Las reglas específicas tienen que ver con los rituales de saludo y de retirada del mismo. También abarcan el respeto por la etiqueta (uniforme y presentación prolija) así como el respeto por la jerarquía y la antigüedad con los compañeros. Jerarquía y antigüedad y se definen por el camino realizado por los compañeros y no por sumisión o dominio. El mayor rango lo posee el Maestro o Instructor quien es a su vez quien permite la iniciación en estas Artes y es el responsable del respeto del Dojo en todas sus dimensiones. Es importante destacar que existen otro conjunto de principios que a su vez se constituyen en reglas o hábitos de convivencia saludables y que se llevan fuera del Dojo como una práctica cotidiana.

¿Cuáles son los principios filosóficos del Taekwon – do?

a) Cortesía.

b) Integridad.

c) Perseverancia.

d) Autocontrol.

e) Coraje o espíritu indómito.

¿Cuáles son los principios filosóficos del Aikido?

Uno de los principios básicos es la no resistencia. En Aikido primero se trata de evitar la pelea, si no fuera posible, técnicamente se utiliza la fuerza del otro y no el ataque. Los principios entonces muestran cómo se llega de forma integral a la eficacia de la no resistencia y son la fuente de la eficacia en sí misma.

CUERPO

Actitudes del WU WEI = No resistencia

ESPÍRITU

Estado de MUGA = Transparencia espiritual

TÉCNICA

Características de la estrategia

Equilibrio

Calma, estabilidad mental

Complementariedad

Rapidez

Atención vigilante

Adecuación

Precisión del movimiento

Percepción – apreciación, evaluación correcta de la agresión

Fluidez

Competencia

Reacción correcta e inmediata

No agresivo

Esquiva

No luchar

No combativo

No violento

En ambas Artes Marciales el practicante desarrolla y fortalece diferentes áreas como:

El establecimiento de un código moral o de ética – Este está basado en el respeto recíproco de los participantes de la práctica. También son ese conjunto de reglas y hábitos que se llevan puestos aún fuera del Dojo. Implican valores como el honor, la honestidad y la dignidad. Estas Artes sólo pueden practicarse con sinceridad de pensamientos y de actos.

La solidaridad del practicante

El desarrollo de la contemplación o experiencia vivencial. Es estar realmente en lo que se está haciendo. Por ello cuando se entra al Dojo se deja todo lo demás afuera. Esto permite desarrollar ese “estar y ser” en lo que se hace también en otras actividades. Cuando cocino, cocino, cuando estudio, estudio, es el vivir el aquí y ahora.

La introspección como hecho dinámico – Es el “sentirse” en su totalidad comprometido consigo mismo y con la tarea. No es pensar o analizar algo puntual, sino verse en el presente de forma permanente en lo que se hace, se dice y se piensa buscando la coherencia entre pensamiento, acto y palabra.

Desarrollo de la concentración

Desarrollo de la perseverancia

El dominio del cuerpo – Cuando decimos cuerpo no estamos hablando sólo de la dimensión física sino de la armonía entre todo lo que somos como ser integral, físico, espiritual y mental.

¿Cuáles son los beneficios de las Artes Marciales en prevención de las adicciones?

Es importante decir que consideramos que la práctica de estas Artes Marciales nos benefician en variadas áreas y pueden ser utilizadas en su totalidad, o algunas de sus técnicas en prevención en materia de salud en general. También sabemos por las experiencias recogidas y la propia práctica que estas Artes pueden ser utilizadas de forma muy beneficiosa en el tratamiento de rehabilitación de adictos.

Entre los beneficios que podemos identificar de estas prácticas encontramos:

Desde el punto de vista biológico y psicológico:

Desarrollo de una aptitud física y psicológica saludable

Desarrollo del autocontrol

Liberación de endorfinas y por tanto, descenso de los niveles de estrés “malos”

Aumento de la autoestima

Favorece el tono muscular, la gracia y la suavidad de los movimientos

Mejora el equilibrio

Desde el punto de vista social:

El perfeccionamiento personal se produce a través de los compañeros de equipo y por tanto se potencian los aspectos: recreativos, de empatía y solidaridad.

El Maestro se constituye en un referente positivo y un modelo de comportamiento, así como también en una persona de confianza y de apoyo.

El Dojo se constituye en un lugar de encuentro saludable con otras personas, muy semejante a una comunidad dado que se comparten reglas de convivencia.

Desde el punto de vista espiritual:

Se comparten rituales considerados sagrados. No los confundamos con rituales religiosos, sino que se trata de una práctica repetitiva en la cual en este caso se rinde homenaje a los antiguos Maestros por el legado recibido. Se saluda con honor en agradecimiento a la práctica que se realizará y al aprendizaje obtenido.

Se comparten con los compañeros experiencias muy íntimas dado que se involucra el cuerpo en su totalidad. El grado de compromiso y concentración es tal que puede lograrse un estado de conciencia distinta a la “normal” cotidiana o de vigilia. Este estado puede equipararse a cuando lees un libro que te interesa mucho y el resto de los estímulos desaparece dando lugar a una especie de quietud en la que parece que te queda todo más claro. Compartir un estado así, involucra algo de nuestra esencia que va más allá de nuestra conducta cotidiana, es por ello que decimos que involucra la dimensión espiritual.

Guía didáctica para el abordaje de este tema

¡Qué bueno sería que las escuelas o los liceos pudieran incorporar algún proyecto en educación física con estas disciplinas! Quizás algunas visitas, o la práctica misma dado que pueden mostrar o legar lo que implica una disciplina con sustento filosófico real y avalado por muchos años de práctica. Mientras tanto podemos tomar algunos de sus principios y formas para realizar juntos. ¿Cómo? Involucrando el cuerpo en algunas actividades individuales o en grupos. Por ejemplo: Establecer primero las reglas claras del juego. Reunir por afinidades de colores, palabras o “cosas que me gustan” a tres compañeros. Ahora repetir la regla de honor y respeto por el cuidado del otro y dos de ellos guiar al tercero con los ojos cerrados por un espacio previamente definido. O, dos de ellos parados frente a frente balancear sobre los talones a un tercero que se dejará caer de uno a otro lado. Se rotan hasta que los tres estén en el medio o sean guiados. Luego poner en común las sensaciones y los por qué de la confianza o incomodidad de la realización de la práctica de forma totalmente sincera. Esto permite estar con uno mismo y observarse luego en esa situación y también observar a los otros más allá de los que los ojos o la “razón” nos dice. Después puede proponerse comparar estas situaciones con otras de la vida cotidiana en donde se ha sentido confianza en las personas para ser guiados o protegidos. Esto promueve también la identificación de las cualidades y características de las personas capaces de guiar o de dar confianza. Luego de identificadas nos permite además tratar de mejorar nuestra conducta para lograr que se confíe en nosotros. Para ello puede proponerse luego de esta puesta en común, realizar el juego nuevamente para observarse desde otra perspectiva cuánto se ha logrado cambiar o mejorar la conducta anterior. Y qué lindo sería que nos animáramos a concentrarnos en por ejemplo las vetas de la madera de los troncos de un árbol o las fisuras de una pared y mientras las miramos involucrar el cuerpo dibujándolas en el aire, después poniéndoles una música que inventemos para ese dibujo y después quizás una historia de lo que vemos. Y después poder escribirlo y dibujarlo en papel... Y si después lo contamos... ¿cuántas vivencias compartidas podrán construirse en ese estado natural que es lo hermoso de nuestras diferencias y lo tan real de nuestras similitudes?

Nota:

Les vamos a contar un secreto. Muchas personas creen que los estados de conciencia alterada, que no es más que una conciencia distinta a la normal cotidiana sólo se consiguen con sustancias psicoactivas, drogas o alcohol por ejemplo. Estos estados de “claridad” o “iluminación” que se manejan en otras filosofías, pueden conseguirse de otras formas. ¿Cuáles? Por ejemplo con una práctica sistemática de estas Artes Marciales que les mencionamos. También de forma tan sencilla como con técnicas de respiración adecuadas, o con actividades repetitivas como rezar, tejer. ¿Cuál es el secreto? Se trata de “estar” y “ser” en lo que se hace, para ello la tarea ha de ser previamente tan conocida como para hacerla sin pensar. Esto requiere de mucho aprendizaje. Luego de concentración sólo en lo que se hace y sólo en esto. Y después dejar que sea. Es entonces cuando “algo” aparece sin que lo busquemos.

sábado, 2 de agosto de 2008

¿Qué sabemos de las adicciones?

Comencemos por el principio...

¿Qué son las adicciones?

En los libros, vamos a encontrar que adicciones está definida como una enfermedad.

¿Cuáles son las características de esta enfermedad?

Las adicciones son la pérdida de la capacidad de detenerse o de abstenerse de consumir "algo". Es decir no poder dejar de consumir o no poder decir que no.

Entonces: ¿Comer torta es riesgoso?

No, porque han de cumplirse otras características como la de que ese consumo nos ocupe paulatinamente todo nuestro tiempo. Y además necesitaremos cada vez más cantidad para generar los mismos efectos placenteros.

¿Cómo es eso de ocupar cada vez más el tiempo?

Es que no sólo se trata del momento en el que se consume, sino que hay que tomar en cuenta el tiempo que se ocupa para buscar lo que se consumirá, además del dinero para conseguirlo. Nuestro día se transforma en una sucesión de búsquedas de dinero + "algo" a consumir + lugar. Vamos dejando nuestras relaciones cotidianas con amigos, pareja y familia. También se van dejando de frecuentar los lugares a donde nos gustaba ir, o se deja de asistir a la escuela, al liceo o al trabajo. Nuestro mundo, nuestro pensamiento y nuestro deseo, se van centrando en el consumo y en la relación con lo que consumimos. Porque terminamos creyendo que nos hace sentir bien, que es la única manera para lograrlo y que de esa forma todo está mejor. Sin embargo, quienes han estudiado este fenómeno y también quienes han sido adictos nos dicen que con el correr del tiempo nada mejora con aislarse y consumir. Se vive preso del consumo.

¿Por qué se necesita cada vez más cantidad?

Porque nuestro cuerpo y nuestra mente se acostumbran a una determinada cantidad de consumo y a una determinada sensación. Esto se llama tolerancia. Para conseguir los mismos efectos que antes conseguíamos con un pedazo de torta, en un tiempo, se necesitará la torta entera.

¿Qué es entonces el "algo" al que se puede ser adicto?

Generalmente le decimos "objeto", pero también una persona puede ser adicta a una situación como por ejemplo el trabajo. Objeto le llamamos cuando se trata de adicciones a sustancias psicoactivas, conocidas como drogas, así como también objetos materiales o relaciones con personas o cosas.

¿Cuáles son las sustancias psicoactivas?

· Sustancias de consumo socialmente aceptado y de venta libre - tabaco, alcohol, mate, té, café, chocolate. Estas sustancias las encontramos en quioscos, supermercados y almacenes.

· Sustancias de consumo no aceptado visiblemente y de venta clandestina - marihuana "porro", cocaína, pasta base, éxtasis. Estas sustancias son conocidas como sustancias o drogas ilegales, aunque el consumo de ellas no está penado pero sí su venta.

· Sustancias de consumo social de venta restringida pero de uso indebido - Son algunos de los medicamentos llamados psicofármacos. Su "uso indebido" es porque estas sustancias no fueron hechas para un consumo sin indicación médica.

· Sustancias naturales - hongos y de la flora autóctona.

· Sustancias químicas de venta controlada pero de uso indebido - Nafta, kerosén, pegamentos, etc.

¿Cuáles son las cosas materiales o situaciones?

Son las llamadas adicciones sociales. Se refiere al consumo de: Internet, comida, objetos materiales (ropa, etc.), teléfonos celulares. También se puede ser adicto al juego, al sexo, parejas, líneas telefónicas 0900 o al trabajo, etc.

Entonces se puede ser adicto a:

v Todo aquello a lo que no podemos decir que no en ninguna circunstancia y además no podemos detenernos de consumirlo.

v Lo que paulatinamente ha ocupado todo nuestro tiempo

v Lo que necesitamos cada vez más cantidad para lograr los mismos efectos

Ser adicto entonces es quien:

v No puede decir que no ni parar de consumir

v Ocupa todo su tiempo en consumir

v Consume cada vez más para lograr los mismos efectos

Guía didáctica para el abordaje de este tema

Tratar estos temas con los niños y adolescentes, no sólo involucra información veraz, coherencia entre pensamiento y acción de los modelos adultos que mostramos. También involucra potenciar el pensamiento crítico y brindar espacios de participación. Hablar acerca de lo que se siente, se piensa y se hace, y la valoración de los logros y las capacidades singulares, son por sí mismas formas de prevención. Las adicciones tienen lugar en el no lugar de lo no dicho y lo bloqueado.

Nota

Las sustancias psicoactivas naturales existen desde la antigüedad. Los indígenas de culturas diversas las utilizaban con fines religiosos. Sólo las consumían en determinadas situaciones como festividades, nacimientos, cambios de estación. También como forma de pedidos y consultas a sus Dioses por buenas cosechas, acerca del futuro o para curar enfermos. El consumo de estas sustancias, se hacía en el marco de una serie de actos bien establecidos y prefijados llamados rituales. Tan sagradas eran las situaciones, que estos rituales se transmitían de generación en generación y se conservaban intactos en su esencia.